Ayer, el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, compareció por primera vez en el Congreso de los Diputados y atacó la gestión inadecuada de sus predecesores y ha dicho que si alguna entidad «no tiene el pulso suficiente para asegurar su futuro, habrá de encarar un proceso de resolución o liquidación ordenada».
En palabras propias del gobernador: «con la fácil lucidez que da mirar al pasado desde el presente y, por supuesto, sin querer dar ninguna lección a nadie, podemos concluir que se actuó con poca decisión o de modo insuficiente o inadecuado«.
Asimismo, Linde cree que las fusiones frías fueron un error y las previsiones genéricas tendrían que haber sido más duras. Respecto a ello, ha dicho: «las fusiones frías se aceptaron con la intención de favorecer ciertos procesos que podían permitir racionalizar el sector y mejorar la eficiencia de determinadas cajas pero parece claro que su efecto final no fue demasiado positivo y contribuyó, más bien, a retrasar decisiones y ajustes».
Por otro lado, el gobernador confía en unos planes de recapitalización de las entidades realistas y que se puedan ejecutar en un periodo corto. En el caso de que no fuese así, se tendría que hacer frente a un proceso de resolución o liquidación ordenada. En palabras de Linde: «en el caso de que se determine que alguna entidad no resulte viable, se procederá a su resolución ordenada como ya se ha hecho con algunas entidades a lo largo de esta crisis, como ha sido el caso de Caja Castilla la Mancha, Caja Sur, Caja de Ahorros del Mediterráneo y Unnim». Se trata de una medida que el ministro de Economía y Competitividad de España, Luis de Guindos, ha descartado inmediatamente.
Fuente / Expansión