El intento de golpe de Estado que lideró Hugo Chávez hace 20 años nadie lo ha podido olvidar. El presidente venezolano tampoco. Ocurrió el 4 de febrero de 1992 contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, pero la intentona militar fracasó al anochecer de ese día y Chávez fue apresado y amnistiado dos años después. Ahora ese momento se considera el germen de la revolución bolivariana. Así que ayer fue un día de conmemoraciones y festejos en Caracas. Chávez exhibió el poderío militar de su país con un largo desfile ante sus colegas de Cuba (Raúl Castro); Bolivia (Evo Morales); Nicaragua (Daniel Ortega); y Haití (Michel Martelly), y tres gobernantes más de países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA). Todo, por supuesto, pese a las críticas de la oposición.
12.400 compatriotas socialistas, revolucionarios, antiimperialistas, chavistas entrenados y equipados con material de guerra de alta tecnología compusieron el desfile cívico-militar de Caracas como acto central de las celebraciones de la efemérides. El acto comenzó instantes después de que Chávez llegara al palco de autoridades en un automóvil descapotable junto a su hija Rosa. El espectáculo se completó con tanques, misiles, lanzamisiles y fusiles, además de helicópteros y aviones de combate Sukhoi, tanques T-72 y vehículos blindados. Una imagen imponente en este día también llamado «Día de la Dignidad«.
«Ha sido un desfile militar digno y a la altura sin lugar a duda de lo que estamos conmemorando en el día de hoy», anunció el presidente al final. Luego, ante las críticas de la oposición, añadió: «No nos importa su condena (…) no tienen mapa ni tienen brújula, lo que tienen es puro odio y desconocimiento de la historia».