La reunión del pasado sábado se clausuró con un buen sabor de boca generalizado. Evidentemente, hubieron excepciones y voces que no quisieron pronunciarse, como es el caso de Salvador Gabarró, representante de Gas Natural o Florentino Pérez, de ACS. Los presidentes de El Corte Inglés, Isidro Álvarez, y de Repsol, Antonio Brufau, también se abstuvieron de utilizar su turno de palabra. Los restantes presidentes, vicepresidentes y consejeros delegados sí emplearon su tiempo para expresar cara a cara al presidente del gobierno, Jose Luís Rodríguez Zapatero, sus ruegos y exigencias. Unos requerimientos que, a excepción de algunas demandas de carácter más personal, se centraron globalmente en la necesidad de un paquete de reformas económicas aplicado con celeridad.
El feedback entre los representantes de las 37 empresas más solventes de España y los tres representantes del Gobierno, el propio Zapatero junto con Alberto Pérez Rubalcaba y Elena Salgado (que actuó como notaria del evento), fue mejor del que muchos esperaban. La distribución de la mesa, con los tres representantes gubernamentales en el centro, se organizó atendiendo al volumen de facturación de cada una de las compañías, quedando relegadas a los extremos las dos únicas mujeres del evento: Carmen Riu, de Hoteles Riu, y Petra Mateos, de Hispasat. Esta primera reunión concluyó con una petición recíproca. Por un lado, los empresarios demandaron a Zapatero que no le tiemble el pulso a la hora de aplicar las medidas necesarias para ganarse la confianza de los mercados, y exigieron que ello se produzca a partir de ya. Zapatero, por su parte, pidió ayuda a las empresas para colaborar en la recuperación de la imagen del mercado español.
La reunión, que duró unas tres horas y media, se inauguró con un discurso del propio Zapatero para luego dar paso a un turno de intervenciones. Los temas tratados fueron varios. Hay quien abogó por emprender nuevas medidas para este año que entra, como la reforma del sector público o del sistema energético. Otros echaron la ‘bronca’ al presidente por el alto coste que supone el sistema de autonomías. La reestructuración de las cajas fue uno de los temas estrella, y más teniendo reunidos a banqueros y representantes de las cajas de ahorro como Rodrigo Rato (Caja Madrid). De este debate se consiguió el compromiso de Zapatero de finiquitar el proceso antes del 24 de diciembre.
Además de las medidas de ajuste, en la reunión se incidió en la necesidad de unas medidas de crecimiento. Por su parte, Zapatero anunció la creación de una Comisión Nacional de Competitividad, Exportación e Inversión conducida por empresarios, e instó a las partes a reunirse de nuevo en unos meses.
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tvilla
Resulta difícil lograr una confianza perdida. Dudo de que se pueda recuperar el puesto de antes en el concierto internacional. España no da la imagen de oportunidades de negocios necesaria para los inversores