Las modificaciones han sido importantes: el PIB caerá un 1,3% frente al 0,5% previsto hace un año (en 2012 la caída fue del 1,4%). Cabe señalar que este dato resulta más pesimista que las predicciones del FMI o de la CE, lo que demuestra que el Gobierno ha preferido optar por unas cifras más creíbles para tratar de mejorarlas. En este sentido, el propio Luis de Guindos ha reconocido que se trata de «cálculos conservadores», tal y como ya había adelantado en la prensa norteamericana hace varios días. Respecto a los años siguientes, el actual cuadro de previsiones espera un crecimiento del 0,5% en 2014, del 0,9% en 2015 y del 1,3% en 2016.
Por lo que respecta al déficit público, el Gobierno sigue manteniendo que se reducirá. Si todo sigue el guión previsto, España cerrará 2013 con un déficit del 6,3% (0,6 menos que en 2012), por lo que la relajación del objetivo comunitario se antoja imprescindible. Se espera que en 2016 haya descendido hasta el 4,1%. En cualquier caso, la deuda pública proseguirá su escalada (alcanzará el 99,8% en 2016). Todas estas previsiones, aunque parezcan bastante prudentes y expresen el peor escenario posible, coinciden en que 2014 será ya un año de crecimiento. El Gobierno liga la suerte de su proyecto al próximo año.
Fuente: Expansión
Foto / Partido Popular de Navarra