La determinación del Gobierno socialista de Portugal sobre aplicar medidas de austeridad para “resolver la crisis de deuda” no ha sido muy bien vista desde los dos mayores sindicatos del país que, después de 22 años, volvieron a realizar una huelga general conjunta.
El objetivo de la movilización es “suspender la actividad de ferrocarriles, autobuses, aviones y servicios” tanto de la salud como de la banca como una forma de protesta “contra las reducciones de salarios y el aumento del desempleo en el país”.
Sin embargo, desde el Gobierno, el primer ministro José Sócrates ya afirmó que los recortes salariales y la suba de impuestos seguirán su camino en pos de reducir el déficit presupuestario. Esta medida llega como una forma de hacer desaparecer las especulaciones que consideran a Portugal como el próximo país, después de Irlanda y Grecia, con la necesidad de pedir un rescate financiero.
Desde los sindicatos portugueses se considera que los trabajadores son los únicos que pagan la crisis, “no los banqueros ni los accionistas de las grandes compañías”. Por eso, confían en que la huelga es en contra de las políticas de derecha y en demanda de políticas nuevas que sean útiles para los habitantes de Portugal.
Fuente: El Economista
Foto: shauns2009 en Flickr