El pasado lunes, en la Nueva York Fashion Week, Carolina Herrera apostó por una mujer glamourosa y elegante, clásica y moderna a la vez en su colección para el próximo otoño e invierno, mientras que Carlos Miele evocó a la naturaleza salvaje de la pampa brasileña. Por su parte, el diseñador estadounidense Tommy Hilfiger presentó una colección femenina titulada «Ciudad y campo», inspirada, según sus palabras, en «una mezcla de vida deportiva con estilo y cierta sofisticación urbana».
En el Lincoln Center, donde se celebra la Semana de la Moda de Nueva York, la venezolana Herrera muestra una colección concentrada en las texturas –cashmere, organza, tweed y raso- elegantes y los colores profundos, en la paleta de los azules y violetas, todo para una mujer elegante y esbelta. Destacan los tops cortos, los vestidos largos, las chaquetas cortas sobre faldas ajustadas para acentuar las formas, y las pieles que aportan el lujo a la colección. Los zapatos, abotinados y las botas cortas con tacón de cuña de Manolo Blahnik, conjuntados con cinturones estrechos y pequeños bolsos.
El brasileño Carlos Miele introdujo estampados geométricos, y reinterpretó los ponchos gauchos. Enfatizó en las siluetas alargadas y las tonalidades tierra, crema y dorados, junto con los estampados del gato de la pampa. El color vino de la mano de los fucsias y azules, en telas como la seda, los crêpes, la lana y el cuero.
Hilfiger apostó por los cortes clásicos, sobre todo los cortes A en faldas y vestidos, y un poco de estética mod de los años sesenta en pantalones, chaquetas y trenchs. Junto con las chaquetas motoristas o de inspiración militar dio un toque más moderno a su colección. Azul marino, verde, burdeos y tierra son los colores estrella, con la inspiración del mundo de la hípica.